Todos vivimos la ardua promoción que le hicieron a esta nueva película de Los Muppets, y no hace falta mentir, les dio resultado. En taquilla, claro.
Las entrañables marionetas llegan una vez más, bajo el mismo formato de siempre, pero con nuevos humanos famosos; eso y su inconfundible humor.
Walter, el narrador de la historia es un humano/muppet que desde que vio por primera vez a Kermit la rana, soñó con ser parte de su elenco. De aquí parte toda la predecible historia. Junto a su hermano Gary (Jason Segel) y su novia Mary (Amy Adams), Walter visita el viejo teatro y estudio de Los Muppets, dándose cuenta que está en decadencia. Por esas cosas mágicas del destino o mejor dicho del cine, Walter presencia una conversación de los personajes antagónicos en la que se entera que quieren derrumbar el teatro para poder extraer el petróleo que fluye bajo él (Que yacimiento tan pequeño). Pero Walter no es cualquier fan, no se podía quedar callado, tenía que buscar a Kermit para contarle el problema y darle solución. La mesa está servida.
El resto de la película es la odisea que pasan Kermit, Walter y los dos humanos que lo ayudan para reunir nuevamente a la pandilla, que años atrás han tomado rumbos distintos. Recorren Estados Unidos y hasta Francia "mapeando", logrando juntar una vez más a todo el grupo de muppets, con la dificultad de que la cerdita Miss Piggy, por alguna inexplicable razón detesta a su viejo amor, Kermit.
Ya están todos reunidos, ¿Y Ahora qué?. Pues sencillo, para salvar el teatro de las garras de los malvados petroleros tienen que reunir en una sola noche una pequeña cifra, $10'000.000. Para que el show de los muppets se desarrolle como tal, Kermit organiza una teletón para lograr la cantidad necesaria. Algunos de los muchachos muppets eran ya unos fracasados pero, por otro lado, Gonzo era un importante empresario, Piggy es la editora de la revista Vogue de París y Kermit tiene una elegante mansión.. Creo que solo entre los tres podían solucionar el inconveniente con su teatro. Pero el show de Los Muppets se tiene que desarrollar como tal.
Sinceramente pienso que la película se torna muy confusa. Entre canción y canción dejan muchas brechas abiertas y se da lugar a escenas innecesarias. Está bien, el grupo objetivo de la película es el infantil. Sí, que rayos! Mientras haya muchos colores, una par de canciones pegajosas y sobre todo marionetas por todos lados, los niños van a estar contentos. Pero, tristemente ya no soy un niño, y como yo, muchos que si valoramos una buena historia cómica.
No le vi un mensaje o moraleja a la película, y se que muchos han de decir que es como todos trabajaron juntos y lograron su objetivo. Pero no lo veo de esa manera. Una lástima por Kermit que a cada rato perdía las esperanzas, se bajoneaba y tiraba la toalla; se supone que es el líder pero su actitud lo desmiente.
Hubieron partes del metraje que me llenaron de nostalgia, otras se tornaron un tanto cómicas, e incluso me sorprendió ver que el alter-ego humano de Walter era Jim Parson, más conocido como el Dr. Sheldon Cooper, buena jugada.
También me gustaron mucho los cameos, hubieron muchos famosos que de una u otra manera le daban fuerza al film, por mencionar algunos, Jack Black, Emily Blunt, Whoopi Goldberg, Zach Galifianakis, etc.
Las actuaciones de Jason Segel y Amy Adams no estuvieron mal, es una película infantil, no se les exigía mucho mas que cantar y hacer coreografías. Pero bien por Segel que es también co-escritor de esta película.
La película vale la pena si eres un fanático de Los Muppets, o si eres un niño, física o mentalmente. Sigue en los cines y tienes tiempo de ir a verla, pero ya sabes que no debes exigirle mucho, tan solo pasa el rato con una sonrisa. Y no lo olviden, es Kermit, no René.
P.D.: Que me disculpen los fanáticos de Los Muppets.